viernes, 28 de septiembre de 2012

Estrategias de Aprendizaje


Por Susan Salazar Changano
Definitivamente, los tiempos en que el alumno “memorizaba” para olvidar quedaron atrás;  pues, hoy en día se requiere que el alumno “aprenda” es decir, que deba comprender,  para dotar de significado personal a sus aprendizajes.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje, el alumno no sólo tiene que “aprender a aprender”, sino también el maestro tiene que “enseñar a aprender”, tarea que resulta difícil porque además de nuevas técnicas y del enfoque dado a través  el currículum, tiene que considerarse el qué entendemos por “aprender a aprender”.
Según Danserau (1985) y Nisbet y Shucksmith (1986), las estrategias de aprendizaje se definirían como “secuencias integradas de procedimientos o actividades que se eligen con el propósito de facilitar la adquisición, el almacenamiento y la utilización de información o conocimientos”. El “dominio” de estas estrategias permitiría que el alumno planifique y organice sus propias actividades de aprendizaje (también llamadas técnicas o hábitos de estudio).
Además, el uso de estrategias de aprendizaje requiere de los siguientes componentes:
·         Dominio de las técnicas que la componen.
·         Metaconocimiento o conocimiento sobre el propio aprendizaje.
·         Conocimientos temáticos específicos sobre el área a la que ha de aplicarse la estrategia.
·        Las estrategias de apoyo (Danserau, 1985) que mejorarían las condiciones materiales y psicológicas en que se produce el aprendizaje.
·        Y los procesos básicos, que posibilitarán la adquisición de determinados conocimientos necesarios para la aplicación de una estrategia o el uso de ciertas técnicas o habilidades.
De modo que, al alumno hay que dotarlo no sólo de técnicas eficaces para el estudio y el aprendizaje (los que se adquieren con la práctica), sino también de un cierto conocimiento sobre sus propios procesos de aprendizaje, a fin que le permita usar esas técnicas de un modo adecuado y estratégicos.
En cuanto a los tipos de estrategia, según Pozo (1989), hay tres grandes grupos:
a.       Las de repaso, que se fundamentan en un aprendizaje asociativo basado en la repetición o práctica reiterada.  Se usan para el aprendizaje de materiales arbitrarios, sin significado. 
b.       Las  de elaboración, que consisten en buscar un sistema de relaciones que permitirían aprender más fácilmente materiales inicialmente sin significado (como, uso de imágenes, códigos, palabras-claves).
c.       Las de organización, son las que consisten en buscar  una estructura u organización internas en el material de aprendizaje que le dote de un significado propio, como la clasificación y la jerarquización; así como, las destrezas de pensamiento y solución de problemas.
Para que los alumnos logren un enfoque profundo en su aprendizaje, primeramente, se deberá comenzar con promover las actitudes favorables desde temprana edad, trabajando los tipos de estrategias adecuadas a las capacidades de los alumnos.
El dominio que ejerce el alumno sobre las estrategias de aprendizaje le permitirá optar y decidir por las estrategias más convenientes y,  de planificar con acierto su uso.  Asimismo, como el alumno puede aprender a usar una técnica en un contexto determinado, también puede resultarle difícil aplicarla a situaciones nuevas o diferentes; por lo que, la enseñanza descontextualizada de estrategias de aprendizaje puede ser poco eficaz.
Según Weinstein y Underwood (1985), se podría  considerar las estrategias de aprendizajes como un curso extracurricular de técnicas de estudio o como una asignatura más, o integrarlas dentro de las materias convencionales, haciendo que cada profesor se ocupe de que sus alumnos aprendan a aprender sobre su materia (está opción sería lo mejor desde un enfoque psicológico).  Teniendo en cuenta que, es imposible “aprender a aprender” de un modo general, al margen de los contenidos concretos  o los conocimientos específicos sobre los que se ha de aprender. En tanto, para Pozo y Carretero (1986), las habilidades de pensamiento y aprendizaje no son ajenas al contenido, sino que dependen del área a la que se apliquen.
Así pues, aunque el enfoque de integración curricular no es incompatible con un trabajo global, éste debería hacerse dentro de la propia estructura curricular y no como un añadido externo. Por lo que, sería todo un reto no sólo incorporar las estrategias de aprendizaje relevantes para adquirir conocimientos en cada una de las áreas temáticas del currículum, sino también proporcionar a los maestros de cada área,  las técnicas y el conocimiento reflexivo para lograr que los alumnos aprendan a aprender sobre su materia.
Comentario:
En la actualidad, la educación se centra  en el proceso por el cual el alumno “aprenda a aprender”.  Este nuevo enfoque educativo no sólo es complejo y exigente, sino también permite replantear el rol del maestro en el proceso de enseñanza aprendizaje, haciendo que nos cuestionemos y nos preguntemos si tenemos la capacidad de “enseñar a aprender”.
En el camino del aprendizaje, el alumno aprenderá a aprender haciendo uso de las diferentes estrategias de aprendizaje, las mismas que llegará a dominar de manera progresiva, con mucha práctica y siendo consciente del uso y de los beneficios de su aplicación, para lograr aprendizajes eficaces. Como maestros, tenemos la misión de presentarles estás estrategias a nuestros alumnos, con conocimiento pleno y convencidos de que solo así nuestros alumnos tendrán conocimientos sobre sus propios aprendizajes.

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